¿Qué es la Postura Corporal?

Mientras caminamos, dormimos, realizamos alguna actividad física o simplemente estamos sentados, nuestro cuerpo realiza movimientos y adquiere posiciones bastante diversas y que inclusive podrían parecer dignas de un contorsionista. Sin embargo, estos cambios de posición, estiramientos y contracciones son normales y conocidas por todos como la postura corporal.

La postura corporal en la actualidad suele estar muy relacionada con buenos (o malos) hábitos de salud y posiciones que evitan o provocan dolores, como los comunes dolores de espalda, cuello y más. No obstante, esto no quiere decir que sólo exista un tipo de postura correcta, sino que para cada actividad del día podemos adquirir diversas posiciones que ayudan a nuestro cuerpo a un mejor control y desempeño.

Es por ello que para desmentir y aclarar muchas cosas sobre la postura corporal, en esta ocasión en Miprotesisdepierna.mx te contamos todo lo que necesitas saber sobre este tema.

Definición de la postura corporal

Se define como postura corporal a la posición del cuerpo humano que adopta cada individuo, la cual está relacionada directamente con el sistema musculoesquelético, el cual es el encargado de los movimientos de nuestro cuerpo y las posiciones que este adopta.

La postura que adquiere cada persona de igual forma se encuentra estrechamente relacionada con el estado del sistema musculoesquelético, el estilo de vida del individuo, los hábitos diarios, el peso, la altura, la alimentación y el estado anímico/emocional.

¿Tipos de postura corporal

Se suele pensar comúnmente que sólo existe una postura corporal correcta (el cuerpo erguido y la espalda derecha), sin embargo, la realidad es que existen diversas posturas para cuando nuestro cuerpo se encuentra en movimiento, así como para la fase de descanso o inactividad.

  • La postura dinámica se refiere a cómo se sostiene al moverse, como cuando está caminando, corriendo o al agacharse para recoger algo.
  • La postura estática se refiere a cómo se mantiene cuando no está en movimiento, como cuando está sentado, de pie o durmiendo.
  • Es importante mantener una buena postura dinámica y estática.

La clave para lograr una buena postura es la posición de su columna vertebral. Su columna vertebral tiene tres curvas naturales: En el cuello, en la parte media de la espalda y en la parte baja de la espalda. La postura correcta debería mantener estas curvas, pero no aumentarlas. Su cabeza debe mantenerse erguida sobre sus hombros y sus hombros deben alinearse con sus caderas.

La postura corporal y la salud

Una buena postura es más que pararse derecho para verse mejor. Es una parte importante de su salud a largo plazo. El mantener su cuerpo en la posición correcta, ya sea que esté en movimiento o quieto, puede ayudarle a evitar dolores, lesiones y otros problemas de salud.

Mantener una postura saludable durante las actividades cotidianas, no sólo ayuda a prevenir dolores de cuello, espalda, cintura, sino también a evitar que esos problemas se intensifiquen con el tiempo.

¿Cuál es una buena postura corporal?

Una buena postura es cuando existe un buen equilibrio de las curvas de la espalda y una alineación simétrica en relación con el eje de la gravedad. Si colocamos una plomada desde la cabeza a los pies ésta debería pasar por en medio de la oreja, hombro, cadera y acabaría en el tobillo, a nivel del maléolo.

¿Cuál es una mala postura corporal?

Podemos definir una mala postura como cualquiera que fuerce a nuestro cuerpo a adoptar una posición que resulte incómoda, que aumente la tensión muscular y provoque riesgo de compresión de los nervios de la zona de los hombros y del cuello. La habituación de adoptar unas malas posturas puede resultar muy perjudicial para nuestra salud y es capaz de afectar no solo a nuestro ámbito fisiológico sino también al mental, generando estrés y facilitando la aparición de patologías depresivas. La función de la columna vertebral es la de proteger a la médula espinal, por lo que algunos traumatismos en esta primera pueden reducir nuestra calidad de vida de una forma drástica.

¿Cuál es la importancia de mantener una buena postura corporal?

Una buena postura no sólo consiste en tomar una postura erguida y derecha para verse estéticamente mejor, sino que es una parte importante de su salud a largo plazo. El mantener su cuerpo en la posición correcta, ya sea que esté en movimiento o quieto, puede ayudarle a evitar dolores, lesiones y otros problemas de salud.

Riesgos de una postura corporal mala

Una mala postura puede desencadenar un sinfín de dolencias y lesionar ciertas partes del cuerpo, generalmente son los puntos más débiles los que se ven afectados, algunos ejemplos de las consecuencias de una mala postura son:

  • Alteraciones en la alineación del sistema músculo esquelético.
  • Desgaste de la columna vertebral, volviéndola más frágil y con tendencia a lesiones.
  • Presencia de dolor crónico en cuello, hombros y espalda.
  • Afectación en forma en la que se mueven las articulaciones, que puede llevar a desgaste del cartílago.
  • Problemas de equilibrio.
  • Dificultad para respirar.
  • Problemas de digestión.

¿Cómo identificar si tenemos buena postura corporal?

Su columna vertebral tiene tres curvas naturales: En el cuello, en la parte media de la espalda y en la parte baja de la espalda. La postura correcta debería mantener estas curvas, pero no aumentarlas. Su cabeza debe mantenerse erguida sobre sus hombros y sus hombros deben alinearse con sus caderas.

¿Cómo corregir la postura corporal?

A continuación te dejamos algunos tips para corregir tu postura durante las diversas actividades diarias:

Postura al dormir

Utiliza una almohada de viscoelástica para mejorar la presión sobre tus cervicales. La cabeza debe quedar ligeramente inclinada, esto mejorará la respiración (aunque puede que no evite los ronquidos). Es aconsejable que las piernas queden ligeramente levantadas, por lo que tendrás que colocar una almohada.

Postura al caminar

  • Póngase de pie en forma derecha
  • Mantenga sus hombros atrás
  • Evite que su estómago sobresalga
  • Coloque su peso principalmente en las puntas de tus pies
  • Mantenga su cabeza erguida
  • Deje que sus brazos cuelguen naturalmente a los lados
  • Mantenga los pies separados a la altura de los hombros

Postura al estar sentado

  • Cambie frecuentemente su posición al estar sentado
  • Haga caminatas breves alrededor de su oficina o casa
  • Estire sus músculos suavemente de vez en cuando para ayudar a aliviar la tensión muscular
  • No cruce las piernas. Mantenga los pies en el piso con los tobillos un poco más adelante de sus rodillas
  • Asegúrese de que sus pies toquen el piso. Si eso no es posible, use un reposapiés
  • Relaje sus hombros. No deben encorvarse o estar tirados hacia atrás
  • Mantenga los codos cerca de su cuerpo. Deben doblarse entre 90 y 120 grados
  • Asegúrese de que su espalda tenga un buen apoyo. Use una almohada u otro soporte si su silla no tiene respaldo para la curva de la parte baja de la espalda
  • Asegúrese de que sus muslos y caderas estén bien apoyados. Debe tener un asiento bien acolchado y sus muslos y caderas deben estar paralelos al piso

¿Qué son las amputaciones por problemas vasculares?

Algo de lo que poco se habla pero que es un riesgo y una realidad silenciosa en la salud de las personas con problemas vasculares son las amputaciones de pierna, las cuales pueden complicar aún más la calidad de vida y la salud de los pacientes. Es por ello que en esta ocasión tocaremos el tema de las amputaciones por problemas vasculares, por qué se generan y cómo prevenirlas.

La atención a este problema de salud pública es sobre todo importante para con una evolución importante de un problema vascular isquémica de los miembros inferiores, puesto que las enfermedades de este tipo se vuelven crónicas y una falta de control y tratamiento puede derivar en amputaciones por problemas vasculares.

Si tú o un familiar tuyo padece de una enfermedad vascular, sin duda es momento de buscar ayuda especializada para controlar el avance del padecimiento y que no comprometa los miembros inferiores o la salud general.

¿Qué es un problema vascular?

Antes de profundizar sobre las amputaciones por problemas vasculares es importante conocer en primera instancia qué es una enfermedad vascular, sus causas y tratamientos:

Los problemas circulatorios, también llamados enfermedades vasculares, son trastornos que afectan su sistema vascular. Son comunes y pueden ser graves. Algunos tipos incluyen:

  • Aneurisma: Ensanchamiento o abultamiento en la pared de una arteria
  • Arterioesclerosis: Enfermedad en la que se acumula placa dentro de las arterias. La placa se compone de grasa, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre
  • Coágulos sanguíneos: Incluyendo trombosis venosa profunda y embolia pulmonar
  • Enfermedad de las arterias coronarias y enfermedades de las arterias carótidas
  • Afecciones que implican el estrechamiento o el bloqueo de una arteria. La causa suele ser una acumulación de placa
  • Enfermedad de Raynaud: Trastorno que hace que los vasos sanguíneos se estrechen cuando tiene frío o se siente estresado
  • Accidente cerebrovascular: Afección grave que ocurre cuando se detiene el flujo de sangre a su cerebro
  • Várices: Venas hinchadas y retorcidas que se observan debajo de la piel
  • Vasculitis: Inflamación de los vasos sanguíneos

¿Qué es una amputación de pierna?

La amputación de pierna se trata de la extirpación de la totalidad o secciones de uno o dos miembros inferiores del cuerpo humano, lo cual puede ser a causa de una intervención médica controlada pero también debido a accidentes o traumatismos que desprendan la extremidad. Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos exclusivamente en la amputación médica controlada y los aspectos que tienen que ver con este procedimiento médico.

La amputación de una pierna por intervención quirúrgica es una intervención que se realiza como último recurso cuando los médicos ya han tratado de salvar el miembro pero que por razones de complicaciones o padecimientos graves, es imposible conservar y debe ser removido para salvar la vida de la persona.

¿Cómo es la Cirugía de Amputación de Pierna?

La amputación de pierna se trata de la extirpación de la totalidad o secciones de uno o dos miembros inferiores del cuerpo humano, lo cual puede ser a causa de una intervención médica controlada pero también debido a accidentes o traumatismos que desprendan la extremidad. Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos exclusivamente en la amputación médica controlada y los aspectos que tienen que ver con este procedimiento médico.

La amputación de una pierna por intervención quirúrgica es una intervención que se realiza como último recurso cuando los médicos ya han tratado de salvar el miembro pero que por razones de complicaciones o padecimientos graves, es imposible conservar y debe ser removido para salvar la vida de la persona.

Por lo general, las principales causas de la amputación de pierna se deben a:

  • Pie diabético y úlceras
  • Reducción de la circulación por enfermedades vasculares
  • Tumores cancerígenos
  • Infecciones por heridas y gangrena
  • Traumatismo severos
  • Congelamiento de las extremidades
  • Quemaduras graves
  • Ateroesclerosis
  • Heridas graves que no sanan
  • Pérdida de función de la extremidad
  • Pérdida de sensación

Muchas veces, sobre todo en casos de accidentes y traumatismos severos, la amputación debe ser realizada de emergencia para salvar la vida del paciente, sin embargo en casos más controlados los médicos siempre tratarán de buscar todas las alternativas médicas posibles para salvar el miembro y la calidad de vida del paciente.

Sin embargo, en caso de que todas las opciones se agoten y su salud esté en riesgo, el médico deberá notificarle que el miembro debe ser removido para que se prepare para la cirugía y todo el proceso de recuperación que le espera.

Sin duda al recibir este aviso pasarán por su mente una gran serie de preguntas, conflictos y miedos, por lo que aquí trataremos de resolver las principales dudas sobre este procedimiento y todo lo que implica.

¿Cómo prepararse para las amputaciones por problemas vasculares?

El proceso de amputación de pierna puede ser bastante difícil y complejo, sobre todo por la parte emocional, ya que las personas pueden experimentar estrés, depresión y ansiedad por lo que significa la pérdida de uno de sus miembros del cuerpo, sin embargo, los pacientes deben saber que siempre están acompañados de un equipo de médicos expertos que los asesorarán en todo el proceso, además de que hoy en día existen muchas y eficientes alternativas para que la cirugía y recuperación sean rápidas, sin dolor y con muy pocos riesgos.

También se debe considerar que en la actualidad existen muchas opciones para devolverle a las personas la capacidad de caminar y retomar sus actividades, como lo son las prótesis de pierna.

En cuanto a los preparativos preoperatorios, por lo general se indica a los pacientes que no consuman alimentos ni bebidas desde la medianoche del día de la operación, además de que deberán ser hospitalizados para que el equipo médico observe su condición de salud y si existe alguna complicación que deba ser tomada en cuenta en el momento.

Posteriormente le será administrado un sedante en su cuarto para que pueda descansar y estar calmado antes de la cirugía. Después de esto, será trasladado al quirófano, en donde se le administrará anestesia para que quede en un estado libre de dolor durante la cirugía.

¿Cuánto dura la cirugía de amputación de pierna?

El tiempo que dura el proceso de la amputación de pierna es variado y depende de muchas cuestiones, como la razón por la cual se remueve la extremidad, complicaciones o la zona en la que se realizará la amputación.

En amputaciones de dedos o parciales del pie, es posible que el procedimiento dure menos de una hora, mientras que en intervenciones más complejas, como la amputación de cadera o pelvis, el tiempo de la cirugía se puede extender de 4 a 6 horas.

De igual forma las amputaciones que se hacen en zonas infectadas o tumores suelen ser más delicadas por lo que pueden extenderse varias horas más para remover todos los tejidos que puedan representar una amenaza.

Por lo normal al cirujano le tomará entre 2 a 3 horas realizar la amputación de pierna transtibial o transfemoral en caso de que no existan complicaciones.

¿En qué consiste la cirugía de amputación de pierna?

Una vez que el médico ha determinado la zona en la cual se realizará la amputación por el flujo sanguíneo (entre mayor flujo de sangre más fácil será la cicatrización), este comienza con el procedimiento, el cual implica el corte de piel, músculos, huesos, vasos sanguíneos y nervios.

Los nervios de la pierna son cortados un poco más para que retrocedan al interior del tejido sano y queden protegidos. De igual manera se recorta el extremo del hueso y se alisan las aristas para evitar molestias.

Al retirar la parte amputada se dejará un colgajo de músculo y piel, el cual se usará para cubrir la parte amputada y el hueso de la extremidad residual. Este será inmovilizado en su lugar con puntos o grapas de sutura.

Tratamientos postoperatorios de la amputación de pierna

Una vez que se ha concluido la cirugía, el paciente será llevado a su habitación y le serán administrados medicamentos para el dolor y se monitorea su estado físico y de salud.

Deberá permanecer en recuperación durante varios días, en los cuales le será suministrado analgésicos vía intravenosa y posteriormente en tabletas.

También se le limpiará la herida, cambiará el vendaje y recibirá todas las atenciones para evitar infecciones y dolor durante el proceso de recuperación.

También la persona será visitada por médicos expertos en rehabilitación para recibir asesoría sobre las formas seguras de moverse, los cuidados que deben tener con su miembro residual y el muñón y una serie de ejercicios para aprender a caminar con muletas o usar otros dispositivos.

Rehabilitación de la amputación

De igual manera es fundamental comenzar desde temprano con la rehabilitación del miembro para aprender a usarlo, tener los cuidados necesarios para evitar golpes o complicaciones y para poder utilizar una prótesis posteriormente.

Es indispensable el trabajo con un fisioterapeuta para que le indique los ejercicios que se deben seguir para aprender a mover la extremidad de manera segura, ayudar a reducir los dolores y mejorar la circulación en el miembro residual.

De igual manera esta persona es la encargada de enseñar al paciente como trasladarse de un lugar a otro, subir una silla, cama, usar el baño y en casos necesarios, usar muletas o cualquier otro dispositivo de apoyo para poder caminar o mantener el equilibrio.

También es muy importante aprender cuales son las posturas correctas para caminar, sentarse o acostarse, ya que evitarán el acortamiento de los músculos y complicaciones de tipo óseo o de las articulaciones.

Mejores ejercicios post amputación de un miembro

Para el caso de la rehabilitación para uso de prótesis de pierna, los ejercicios más comunes suelen ser:

  • Entre las paralelas. Apoyo alternado en cada extremidad. Ir reduciendo la ayuda de las manos hasta anularlas.
  • Entre las paralelas. Flexiones de tronco hacia adelante y extensiones lentas del mismo.
  • Sentarse y levantarse de una silla.
  • Elevar la pelvis de uno y otro lado, despegando el pie correspondiente del suelo.
  • De pie. Flexionar alternativamente la prótesis y el lado sano por la cadera y rodilla.
  • De pie, brazos a los lados. Flexoextensión de cuello al máximo mientras el resto del cuerpo permanece en descanso.
  • De pie. Pies separados 5 cm, inclinarse hacia delante sobre el eje de los tobillos.
  • De pie, pie sano adelantado, peso descargado sobre prótesis atrasada. Hacer que la prótesis se flexione suavemente por la rodilla y se adelante con el mínimo esfuerzo del muñón.
  • De pie. Prótesis adelantada, peso descargado sobre la extremidad indemne. Transferir el peso sobre la prótesis y adelantar el pie sano (si es necesario, podrá asistirse con las manos sobre las paralelas).
  • De pie. Apoyo total sobre la prótesis. Elevar la pelvis indemne.
  • Andar de lado con pequeños pasos flexionando ligeramente la prótesis.
  • De pie, pies separados 5 cm. Peso sobre el lado indemne. Elevar la prótesis flexionando la cadera: hacer lo mismo con la pierna sana, mientras el peso corporal se descarga sobre la prótesis.
  • Marcha de espaldas. Cuando el pie protésico se coloca detrás de la rodilla ésta queda bien bloqueada, pero cuando el pie retrasado es el sano, la rodilla protésica puede claudicar.
  • Agacharse y elevarse (sobre la extremidad indemne).
  • Aprender a tirarse sobre la colchoneta, de frente, de lado y de espaldas.
  • De pie. Oscilar hacia los lados hasta perder el equilibrio, apoyándose sobre la prótesis…, girar entonces el cuerpo 90º y adelantar el pie sano (el giro se hace sobre la prótesis).
  • De pie. Separación de los pies dos pulgadas. Elevar el pie protésico y cruzarlo por delante de la pierna sana. Hacer lo mismo con la extremidad indemne por delante de la prótesis.
  • Seguir una línea sobre el suelo.
  • Pasar obstáculos sobre el suelo (tirando con rapidez de la prótesis hacia atrás inmediatamente antes de flexionar la cadera, se obtiene una flexión más intensa que sirve para salvar los obstáculos).
  • Andar sobre un plano inclinado (de lado, con la prótesis sobre la parte baja del plano).

¿Cuándo podré usar una prótesis de pierna?

Después de la amputación, el paciente deberá llevar un proceso de recuperación y rehabilitación en casa, donde se le sugiere adaptar su entorno lo más amigablemente posible a su condición física y si es posible, que sea apoyado por familiares para realizar diversas tareas.

Por lo general, una persona puede ser candidata a usar un prótesis después de 4 a 6 meses de la amputación de pierna, siempre y cuando no haya dolor, complicaciones y se haya usado el vendaje o las medias para acondicionar el muñón.

Ya sea que se trate de una prótesis de cadera, prótesis de rodilla, prótesis transtibial o prótesis parcial de pie, es necesario que se consulte con médicos expertos para el diseño, implementación y el proceso de rehabilitación para aprender a caminar y usar estos dispositivos.

Después de eso, las posibilidades de que la persona retome su vida normal son bastante altas.

¿Qué es la amputación bilateral?

La amputación bilateral de pierna se trata de la extirpación de la totalidad o secciones de los dos miembros inferiores del cuerpo humano, lo cual puede ser a causa de una intervención médica controlada pero también debido a accidentes o traumatismos que desprendan la extremidad. Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos exclusivamente en la amputación médica controlada y los aspectos que tienen que ver con este procedimiento médico.

La amputación de una pierna por intervención quirúrgica es una intervención que se realiza como último recurso cuando los médicos ya han tratado de salvar el miembro pero que por razones de complicaciones o padecimientos graves, es imposible conservar y debe ser removido para salvar la vida de la persona.

Causas de la amputación bilateral

Tanto accidentes como enfermedades pueden requerir que sea amputada tanto una sección como la totalidad de la pierna o la mencionada amputación bilateral, afectando la movilidad de la persona. Entre las causas más comunes se encuentran:

  • Pie diabético y úlceras
  • Reducción de la circulación por enfermedades vasculares
  • Tumores cancerígenos
  • Infecciones por heridas y gangrena
  • Traumatismo severos
  • Congelamiento de las extremidades
  • Quemaduras graves
  • Ateroesclerosis
  • Heridas graves que no sanan
  • Pérdida de función de la extremidad
  • Pérdida de sensación

Muchas veces, sobre todo en casos de accidentes y traumatismos severos, la amputación bilateral debe ser realizada de emergencia para salvar la vida del paciente, sin embargo en casos más controlados los médicos siempre tratarán de buscar todas las alternativas médicas posibles para salvar el miembro y la calidad de vida del paciente.

Sin embargo, en caso de que todas las opciones se agoten y su salud esté en riesgo, el médico deberá notificarle que el miembro debe ser removido para que se prepare para la cirugía y todo el proceso de recuperación que le espera.

¿En qué casos es necesaria la amputación bilateral?

Generalmente este procedimiento tan drástico se lleva a cabo en casos en los que no existe otra alternativa médica, pues los miembros inferiores (tejido, músculo y huesos) se encuentran comprometidos por fracturas, quemaduras, infecciones o muerte del tejido y no existe tratamiento o cura que pueda salvar las extremidades.

Esto siempre debe ser determinado por un médico cirujano quien descartará todas las alternativas antes de llevar a cabo la amputación bilateral.

¿Cuántas personas amputadas hay en México?

Si bien, sabemos que la cantidad de personas amputadas o con complicaciones para caminar es bastante alta y se trata de la incapacidad más predominante en el país, no existen datos certeros sobre cuántas personas sufren esta condición, ya que los organismos encargados de censar a la población (saludable o no), arrojan cifras bastante variadas.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su último censo reporta que el porcentaje de amputados de pierna en México es de aproximadamente 780 mil personas, mientras que otros datos como el de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, reportan que son más de 5 millones de personas con complicaciones para desplazarse (aunque no necesariamente por amputación).

También según los datos de la Academia Nacional de Cirugía, 75 personas son amputadas todos los días en el país, aunque esto incluye toda clase de miembros.

Este problema se acrecenta considerando que existen muy pocas instituciones públicas dedicadas a atender a pacientes que han sufrido la amputación de sus piernas, los cuales no tienen acceso ni a procesos de rehabilitación ni a prótesis de pierna, ya sea por su baja fabricación o por sus elevados costos.

Se estima que al año quedan amputadas más de 20,000 personas, mientras que el porcentaje de prótesis fabricadas por programas públicos es sólo de 1,500, por lo que la mayor parte de la población queda desatendida.

¿Qué son los niveles de amputación de pierna?

Como tal, los niveles de amputación de pierna se refieren a la región del miembro inferior en la que se realiza el corte o retiro de la sección, lo cual puede ser dividiendo un hueso o desarticulando los huesos para remover la sección dañada.

Al ser la extremidad más larga del cuerpo humano, existen diversos niveles en los que puede realizarse la amputación, los cuales van desde el pie hasta la cadera.

El nivel de amputación determina muchas de las condiciones de rehabilitación del paciente, pues dependiendo de esta se determinará el tipo de prótesis y los cuidados que requerirá la persona en un futuro.

¿Cuáles son los niveles de amputación del miembro inferior?

Como se ha mencionado previamente, la amputación de pierna se puede hacer tanto cortando la pierna como desarticulando los huesos para remover la parte inferior pero salver una sección entera sin tener que intervenir el hueso, conservandolo completo.

Los niveles de amputación de pierna son:

Hemipelvectomía

Lla hemipelvectomía se trata de una intervención médica en la cual se extirpa o amputa toda la extremidad inferior (pierna) y una parte de los huesos de la pelvis y la cadera.

Esta intervención se realiza en una zona del esqueleto humano que puede incluir desde la parte de la fosa exterior hasta la columna vertebral central. De igual manera puede comprometer partes como el acetábulo, isquion, sacro, rama o el ilion.

Además, por motivos obvios también compromete el fémur y todos los huesos de la pierna en su totalidad.

Por lo general se trata de una cirugía de emergencia que se debe realizar en situaciones de traumatismos graves en los que sea considerada irreparable toda la sección de la pierna, cadera, pelvis e inclusive algunos órganos de la zona pélvica.

Sólo en situaciones como fracturas o padecimientos como cáncer o tumores más controlados es cuando se planea una hemipelvectomía y se consideran diversas opciones para amputar las menores secciones posibles.

Desarticulación de la cadera

En una desarticulación tradicional de cadera, se extirpa la parte superior del fémur y se desarma la cabeza y la fosa de la cadera. Se quita todo el fémur, incluida la cabeza, y se conserva la fosa. Si la lesión o enfermedad afecta a la fosa o la zona pélvica, pueda que sea necesaria una hemipelvectomía que es, de los niveles de amputación de pierna, el más drástico.

Amputación transfemoral

Este tipo de amputación enseña a los cirujanos la importancia de la reconstrucción muscular, una persona con este tipo de amputación puede soportar muy poco o ningún peso directamente a los extremos del muñón, además los músculos del muslo sufren un desequilibrio cuando se corta transversalmente el fémur.

Desarticulación de rodilla

En una desarticulación de rodilla, el cirujano no corta a través de los músculos largos; los cortes quirúrgicos se realizan donde el músculo se une a los tendones, y estos tendones sujetan los accesorios quirúrgicos mucho mejor que el músculo.

Amputación transtibial

Según la clasificación de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, las amputaciones a través del muslo y la pierna se denominan respectivamente transfemoral y transtibial; las amputaciones que se realizan a través de las articulaciones de rodilla y tobillo se designan como desarticulación de rodilla y de tobillo. Al igual que la amputación transfemoral, la amputación transtibial se realiza cortando la tibia y peroné para la remoción del resto de la pierna y el pie.

Desarticulación de tobillo

Las amputaciones tipo Syme o desarticulación de tobillo consisten en la resección de todo el pie y la osteotomía transversal de los maléolos; otra opción a estas entidades es la amputación transtibial.

¿En qué consiste la cirugía de amputación bilateral?

Una vez que el médico ha determinado la zona en la cual se realizará la amputación por el flujo sanguíneo (entre mayor flujo de sangre más fácil será la cicatrización), este comienza con el procedimiento, el cual implica el corte de piel, músculos, huesos, vasos sanguíneos y nervios.

Los nervios de la pierna son cortados un poco más para que retrocedan al interior del tejido sano y queden protegidos. De igual manera se recorta el extremo del hueso y se alisan las aristas para evitar molestias.

Al retirar la parte amputada se dejará un colgajo de músculo y piel, el cual se usará para cubrir la parte amputada y el hueso de la extremidad residual. Este será inmovilizado en su lugar con puntos o grapas de sutura.

Tratamientos postoperatorios de la amputación bilateral

Una vez que se ha concluido la cirugía, el paciente será llevado a su habitación y le serán administrados medicamentos para el dolor y se monitorea su estado físico y de salud.

Deberá permanecer en recuperación durante varios días, en los cuales le será suministrado analgésicos vía intravenosa y posteriormente en tabletas.

También se le limpiarán las heridas, cambiará el vendaje y recibirá todas las atenciones para evitar infecciones y dolor durante el proceso de recuperación.

También la persona será visitada por médicos expertos en rehabilitación para recibir asesoría sobre las formas seguras de moverse, los cuidados que deben tener con sus miembros residuales y el muñón y una serie de ejercicios para aprender a caminar con muletas o usar otros dispositivos.

¿Cuándo podré usar una prótesis de pierna?

Después de la amputación bilateral, el paciente deberá llevar un proceso de recuperación y rehabilitación en casa, donde se le sugiere adaptar su entorno lo más amigablemente posible a su condición física y si es posible, que sea apoyado por familiares para realizar diversas tareas.

Por lo general, una persona puede ser candidata a usar una prótesis después de 4 a 6 meses de la amputación de pierna, siempre y cuando no haya dolor, complicaciones y se haya usado el vendaje o las medias para acondicionar el muñón.

Ya sea que se trate de una prótesis de cadera, prótesis de rodilla, prótesis transtibial o prótesis parcial de pie, es necesario que se consulte con médicos expertos para el diseño, implementación y el proceso de rehabilitación para aprender a caminar y usar estos dispositivos.

Ejercicios Post Amputación: ¡Todo sobre la rehabilitación!

Para un paciente que ha sufrido la amputación de uno de sus miembros, como manos, pies, brazos o piernas, la recuperación y rehabilitación puede ser un proceso complicado. Esto no sólo por el dolor, malestar y la incapacidad para realizar actividades como normalmente lo hacía, sino también por el impacto psicológico y en la autoestima que esto puede representar.

Es por ello que durante este proceso y de forma continua por el resto de su vida, el paciente amputado debe contar con un apoyo integral para poder sobrellevar el impacto psicológico y físico que esto puede ocasionar. Este este último punto, los ejercicios post amputación son ampliamente indispensables.

Estos son una serie de rutinas controladas de fuerza, elasticidad, carga y equilibrio que son necesarias para la sanación del muñón, mejor de la circulación y sobre todo, para que el paciente aprenda como utilizar su cuerpo lo más normal y funcional posible a pesar de no contar con una o más de sus extremidades.

Estos ejercicios post amputación deben ser supervisados siempre por un fisioterapeuta profesional que acompañará en todo momento al paciente para ir avanzando progresivamente hasta sus límites corporales, alcanzando objetivos y metas delimitadas y evitando lesiones u otros riesgos al momento de practicarlos.

Más del 90% de las personas que cumplen con la práctica de estos ejercicios muestran amplias y considerables mejoras, recuperando parcialmente muchas de las capacidades perdidas por la amputación.

¿Qué es una amputación

Antes de hablar sobre los ejercicios post amputación, debemos hablar sobre qué son las amputaciones como tal. Estas se tratan de la extirpación de la totalidad o secciones de uno o dos miembros inferiores del cuerpo humano, lo cual puede ser a causa de una intervención médica controlada pero también debido a accidentes o traumatismos que desprendan la extremidad. Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos exclusivamente en la amputación médica controlada y los aspectos que tienen que ver con este procedimiento médico.

La amputación de una pierna por intervención quirúrgica es una intervención que se realiza como último recurso cuando los médicos ya han tratado de salvar el miembro pero que por razones de complicaciones o padecimientos graves, es imposible conservar y debe ser removido para salvar la vida de la persona.

Por lo general, las principales causas de la amputación de pierna se deben a:

  • Pie diabético y úlceras
  • Reducción de la circulación por enfermedades vasculares
  • Tumores cancerígenos
  • Infecciones por heridas y gangrena
  • Traumatismo severos
  • Congelamiento de las extremidades
  • Quemaduras graves
  • Ateroesclerosis
  • Heridas graves que no sanan
  • Pérdida de función de la extremidad
  • Pérdida de sensación

Muchas veces, sobre todo en casos de accidentes y traumatismos severos, la amputación debe ser realizada de emergencia para salvar la vida del paciente, sin embargo en casos más controlados los médicos siempre tratarán de buscar todas las alternativas médicas posibles para salvar el miembro y la calidad de vida del paciente.

Sin embargo, en caso de que todas las opciones se agoten y su salud esté en riesgo, el médico deberá notificarle que el miembro debe ser removido para que se prepare para la cirugía y todo el proceso de recuperación que le espera.

Sin duda al recibir este aviso pasarán por su mente una gran serie de preguntas, conflictos y miedos, por lo que aquí trataremos de resolver las principales dudas sobre este procedimiento y todo lo que implica.

Proceso de rehabilitación

El proceso de rehabilitación y fisioterapia para aprender a usar una prótesis de pierna es indispensable para la seguridad, salud y bienestar general del paciente, ya que solo así aprenderá nuevamente a caminar y se evitarán complicaciones o lesiones en el miembro residual y todo el cuerpo.

Para esto, los fisioterapeutas usan diversas técnicas para que las personas aprendan a usar la prótesis, como ejercicios, fortalecimiento de la extremidad, control del equilibrio y coordinación motriz.

También los médicos encargados de la rehabilitación tienen la misión de enseñar a los pacientes cómo colocar y retirar la prótesis de pierna, su limpieza y mantenimiento, cuidados del muñón y aplicación de masajes y vendaje.

Solo de esta manera se puede garantizar que las personas recuperen su movilidad y calidad de vida de una forma casi total.

Para obtener más información sobre las prótesis de pierna y agendar una cita para un diagnóstico médico y rehabilitación, ponte en contacto con los expertos de miprotesisdepierna.mx, especialistas en el cuidado y la recuperación de pacientes amputados.

Mejores ejercicios post amputación de un miembro

Para el caso de la rehabilitación para uso de prótesis de pierna, los ejercicios más comunes suelen ser:

  • Entre las paralelas. Apoyo alternado en cada extremidad. Ir reduciendo la ayuda de las manos hasta anularlas.
  • Entre las paralelas. Flexiones de tronco hacia adelante y extensiones lentas del mismo.
  • Sentarse y levantarse de una silla.
  • Elevar la pelvis de uno y otro lado, despegando el pie correspondiente del suelo.
  • De pie. Flexionar alternativamente la prótesis y el lado sano por la cadera y rodilla.
  • De pie, brazos a los lados. Flexoextensión de cuello al máximo mientras el resto del cuerpo permanece en descanso.
  • De pie. Pies separados 5 cm, inclinarse hacia delante sobre el eje de los tobillos.
  • De pie, pie sano adelantado, peso descargado sobre prótesis atrasada. Hacer que la prótesis se flexione suavemente por la rodilla y se adelante con el mínimo esfuerzo del muñón.
  • De pie. Prótesis adelantada, peso descargado sobre la extremidad indemne. Transferir el peso sobre la prótesis y adelantar el pie sano (si es necesario, podrá asistirse con las manos sobre las paralelas).
  • De pie. Apoyo total sobre la prótesis. Elevar la pelvis indemne.
  • Andar de lado con pequeños pasos flexionando ligeramente la prótesis.
  • De pie, pies separados 5 cm. Peso sobre el lado indemne. Elevar la prótesis flexionando la cadera: hacer lo mismo con la pierna sana, mientras el peso corporal se descarga sobre la prótesis.
  • Marcha de espaldas. Cuando el pie protésico se coloca detrás de la rodilla ésta queda bien bloqueada, pero cuando el pie retrasado es el sano, la rodilla protésica puede claudicar.
  • Agacharse y elevarse (sobre la extremidad indemne).
  • Aprender a tirarse sobre la colchoneta, de frente, de lado y de espaldas.
  • De pie. Oscilar hacia los lados hasta perder el equilibrio, apoyándose sobre la prótesis…, girar entonces el cuerpo 90º y adelantar el pie sano (el giro se hace sobre la prótesis).
  • De pie. Separación de los pies dos pulgadas. Elevar el pie protésico y cruzarlo por delante de la pierna sana. Hacer lo mismo con la extremidad indemne por delante de la prótesis.
  • Seguir una línea sobre el suelo.
  • Pasar obstáculos sobre el suelo (tirando con rapidez de la prótesis hacia atrás inmediatamente antes de flexionar la cadera, se obtiene una flexión más intensa que sirve para salvar los obstáculos).
  • Andar sobre un plano inclinado (de lado, con la prótesis sobre la parte baja del plano).

¿Por qué son importantes los ejercicios post amputación

Los objetivos de esta etapa consiste en conseguir una independencia funcional respecto a los autocuidados y la movilidad sin una prótesis, así como preparar al paciente y a su miembro residual para el uso de la prótesis.

¿A partir de cuándo podré usar una prótesis de pierna

Para que una persona sea candidata al uso de una prótesis de pierna, prótesis transfemoral, de pie o cualquier otro tipo y lugar el cuerpo, es necesario que cumpla con una serie de condiciones físicas y que siga las indicaciones de los médicos para los cuidados postoperatorios de la amputación y el muñón.

El uso de la prótesis y el inicio de la terapia de rehabilitación física podrá ser aproximadamente después de 4 meses de la amputación y una vez que se ha conseguido que sane la herida y el muñón esté en condiciones para la adaptación del socket de la prótesis.

Sin embargo, si la amputación fue debido a una enfermedad crónica o se desarrollaron complicaciones durante el proceso, puede que la persona esté lista en un plazo de 6 8 meses, además de que deberá cumplir con requisitos como:

  • Alta médica después de la cirugía y curación.
  • Cicatrización completamente cerrada y sin presentar suturas.
  • Usar el vendaje o las medias de presión diariamente.
  • El muñón no debe presentar hinchazón, dolor o signos de infecciones.
  • Se debe conseguir una forma semicónica del muñón.
  • Receta médica sobre el tipo de prótesis que requiere el paciente.

Una vez que se han cumplido con estos requisitos, es momento de emprender el proceso de rehabilitación y fisioterapia.

Conoce los tipos de rodillas protésicas que existen

En el mundo de las prótesis de pierna existe una amplia variedad de tipos, pues con los avances en la tecnología médica, biomédica, ingeniería y robótica, cada vez se desarrollan equipos más sofisticados y avanzados que emulan la apariencia y los funcionamientos de los miembros naturales.

Tal es el caso de los tipos de rodillas protésicas, pues cabe resaltar que no es sólo un tipo, sino muchos tipos de prótesis que existen para esta articulación, las cuales ofrecen diferentes beneficios y funcionalidades según sea la necesidad de cada paciente y su caso clínico.

Por ello en esta ocasión abarcaremos todo sobre los tipos de rodillas protésicas que existen.

¿Qué tipos de prótesis de rodillas existen?

Actualmente existen diversos tipos de prótesis de rodilla dependiendo de cada paciente y sus necesidades fisiológicas y médicas:

  • Prótesis unicompartimental de rodilla: Se suele implementar cuando sólo uno de los lados de la rótula se encuentra dañada, sustituyendo únicamente una parte de la articulación. Sin embargo, no es tan recomendado ni usado porque no evita que el problema se siga complicando en el otro segmento.
  • Prótesis total de rodilla: Es la más común, la cual consiste en el reemplazo de las 2 superficies articulares.
  • Prótesis de rodilla de revisión: Se usan cuando hay que cambiar complementos de una prótesis ya implantada en el paciente.

Otros tipos de rodillas protésicas

Prótesis de rodilla y pierna

Las prótesis de rodilla y pierna son las que se utilizan en casos de amputación en pacientes que han perdido su extremidad inferior desde la articulación o de la rodilla o por encima de esta, y que por ende, necesitan de una extremidad artificial en la que se implemente la parte de la articulación para poder volver a realizar el movimiento de flexión y caminata.

En este tipo de prótesis de rodilla se implementan las piezas que sustituyen a la pierna faltante, así como la sección de pie, pero también se crea un mecanismo que permite el doblez del dispositivo, imitando los movimientos de la articulación de las rodillas del cuerpo humano. Para esto se utilizan bisagras o elementos hidráulicos, dependiendo las necesidades de cada paciente.

Prótesis de rodilla interna

Las prótesis de rodillas internas o parciales se tratan de aquellas que se implantan dentro de la pierna en los casos en que el paciente presenta daños o desgastes irreparables en el hueso y los ligamentos de la región de la rodilla y que permiten el doblez y movimiento normal de los miembros inferiores, lo cual le incapacita para caminar o genera un dolor crónico constante.

En estos casos se reemplaza parte o la totalidad de la rodilla y se instala por medio de una cirugía la prótesis de rodilla que permita a la persona volver a flexionar su articulación de forma normal e indolora.

¿Qué es una prótesis de rodilla y cómo funciona?

Las prótesis de rodilla es un dispositivo médico que le permite a los pacientes con una amputación a la altura de la rodilla o por encima, la recuperación de la movilidad y calidad de vida, suplantando las estructuras y funciones de este miembro del cuerpo humano.

Este dispositivo reemplaza de forma artificial la articulación de la rodilla y todo el resto de la pierna (tibia y peroné), así como el pie, para permitir al paciente recuperar su capacidad para caminar y realizar actividades comunes y profesionales que realizaba anteriormente.

También existen prótesis que no se implementan por amputaciones de pierna, sino que son prótesis de rodilla que se implementan por daños en la articulación de la rodilla, hueso y tendones, en los casos en que son irreparables.

En este tipo de prótesis sólo se añade a la pierna una prótesis interna de rodilla articulada, la cual se encarga de sustituir las regiones dañadas o la totalidad de la articulación, fijándose al fémur y a la tibia para volver a otorgar movilidad al paciente de forma normal y sin dolor.

Este dispositivo se instala por medio de una cirugía de prótesis de rodilla, en la que se retiran las secciones dañadas del hueso y las articulaciones, y se implantará el nuevo dispositivo que permitirá recuperar la flexibilidad, soporte y mitigar los dolores sufridos por el paciente.

¿Cuándo es necesaria una cirugía de prótesis de rodilla?

La cirugía de prótesis de rodilla se realiza generalmente en pacientes mayores a los 60 años con problemas y dolores crónicos en sus articulaciones o en personas que han sufrido un desgaste o accidente que los ha dejado incapacitados para caminar.

La principal causa es la artrosis de rodilla, fracturas y tumores óseos que puedan desarrollarse, lo que requiere la implementación de un dispositivo que sustituya las funciones de apoyo, fuerza, y flexibilidad del hueso y ligamentos.

¿En qué consiste la cirugía de prótesis de rodilla?

La operación para instalar la prótesis de rodilla es un procedimiento quirúrgico en el que se retira la sección del hueso y tendón dañada, y se reemplaza por una prótesis de rodilla que brindará el apoyo y flexión necesaria para que el paciente vuelva a caminar, uniendo las dos parte de la pierna (fémur y la tibia y el peroné).

Para esto, previamente el paciente debe ser sometido a estudios clínicos con rayos X para determinar el nivel de daño que presenta y si es candidato a recibir este trasplante de rodilla artificial.

De igual manera se debe determinar y diseñar la prótesis de rodilla personalizada, pues debe adaptarse a la fisionomía y necesidades de la persona.

Una vez que se cuenta con el dispositivo, se debe implantar por medio de una cirugía, la cual consiste en:

  • La cirugía de prótesis de rodilla se puede realizar anestesiando a la persona, ya sea con anestesia local o anestesia general, según sea el caso.
  • Posteriormente es necesario hacer una incisión de unos 20 centímetros.
  • Se procede a retirar la rótula, cortando los extremos del fémur y la tibia para poder acomodar el dispositivo.
  • Se deben fijar las 2 partes de la prótesis a los distintos huesos por medio de tornillos o cemento.
  • Posteriormente se procede a reparar los tendones, músculos y cerrar la herida.

¿De qué materiales se fabrican las Prótesis de Rodilla?

Las prótesis de rodilla se elaboran de distintos materiales dependiendo del tipo de sección a reemplazar, las necesidades de cada persona y la resistencia y flexibilidad requerida.

Por lo general los materiales de los que se elaboran las prótesis de rodilla son:

  • Silicona.
  • Acero inoxidable.
  • Aluminio.
  • Titanio.
  • Gomaespuma.
  • Neopreno.
  • Resina.
  • Fibra de carbono.
  • Polipropileno.
  • Biocerámica.
  • Fibra de carbono.
  • Aleaciones con titanio.

¿Cuáles son los beneficios de la prótesis de rodilla?

Los beneficios de implantar este dispositivo médico para cambiar la articulación principal de las piernas es sobre todo la mitigación del dolor que genera el daño y desgaste de los huesos y articulaciones, así como la recuperación de la movilidad para caminar, agacharse y desempeñar varios movimientos que habían estado limitados o perdidos.

¿Cuánto cuesta una prótesis de rodilla?

Todos los tipos de rodillas protésicas tienen precios completamente personalizados dependiendo de cada paciente, el grado de daño y los materiales requeridos para la elaboración de la pieza mecánica que sustituirá a la articulación.

Para determinar el precio de la prótesis el paciente debe ser sometido a un diagnóstico y estudios médicos que determinarán lo que necesita el paciente y los componentes que se reemplazarán.

También hay que considerar los costos de la cirugía, los cuales pueden variar dependiendo de la institución médica en la que se realice, así como si el paciente requerirá hospitalización post operatoria y servicios de rehabilitación y terapia para recuperar la movilidad.

Pie Varo: Qué es, causas y tratamientos

Entre las malformaciones más comunes del pie que seguramente todos hemos escuchado o más de uno padecido, está el pie plano, pie cavo y más, pero de los que casi no se habla es del pie varo.

Se trata de un defecto de nacimiento en el que el pie está torcido o fuera de su posición

Esta condición en casos agravados de igual forma puede ocasionar muchos problemas, dolores y dificultad para caminar a las personas que lo sufren.

Por ello, aquí te explicamos todo lo que tienes que conocer acerca del pie varo, cómo identificarlo y los tratamientos que existen en la actualidad para contrarrestarlo.

¿Qué es el pie varo?

El pie varo, también conocido como pie equino o pie equino varo consiste en una variedad de anomalías del pie que por lo general están presentes al momento del nacimiento (congénitas) en las que el pie presenta una forma o posición torcida. En el pie equino varo, los tejidos que conectan los músculos al hueso (tendones) son más cortos que lo habitual. El pie equino varo es un defecto congénito frecuente y por lo general es un problema aislado para un recién nacido saludable en los demás aspectos.

El pie equino varo puede ser leve o grave. Aproximadamente la mitad de los niños con pie equino varo lo tienen en ambos pies. Si tu hijo tiene pie equino varo, tendrá dificultades para caminar normalmente, por lo que en general los médicos recomiendan tratarlo poco después del nacimiento.

Comúnmente, los médicos pueden corregir con éxito el problema sin cirugía, aunque a veces los niños necesitan una cirugía de seguimiento más adelante.

¿Cuáles son las causas del pie varo?

La causas del padecimiento es desconocida (idiopática), pero puede ser una combinación de la genética y el entorno.

Los factores de riesgo incluyen los siguientes:

  • Antecedentes familiares. Si alguno de los padres o sus otros hijos han tenido el padecimiento, es más probable que el bebé también lo tenga.
  • Enfermedades congénitas. En algunos casos, el pie zambo puede estar asociado con otras anomalías del esqueleto que están presentes al nacer (congénitas), como la espina bífida, un defecto congénito que ocurre cuando la columna vertebral y la médula espinal no se desarrollan o no se cierran adecuadamente.
  • El entorno. Fumar durante el embarazo puede aumentar significativamente el riesgo de que el bebé tenga pie zambo.
  • Líquido amniótico insuficiente durante el embarazo. Si el líquido que rodea al bebé en el útero es demasiado poco, el riesgo puede ser mayor.

Síntomas del pie varo

El pie equino varo puede presentar síntomas muy notables, como:

  • La parte superior del pie suele estar doblada hacia abajo y hacia adentro, lo que aumenta al arco y gira el talón hacia adentro.
  • Es posible que el pie esté tan torcido que de hecho se vea como si estuviera al revés.
  • La pierna o el pie afectado puede ser ligeramente más corto.
  • Los músculos de la pantorrilla en la pierna afectada generalmente están subdesarrollados.

Se puede prevenir el pie varo?

Debido a que los médicos desconocen las causas es imposible prevenirlo completamente. Sin embargo, si estás embarazada, puedes tomar las siguientes medidas para limitar el riesgo de que tu bebé tenga defectos de nacimiento: No fumar ni pasar tiempo en entornos llenos de humo.

Factores de riesgo

Por lo general, el pie equino varo no causa problemas hasta que el niño empieza a pararse y caminar. Si se lo trata, lo más probable es que tu hijo camine casi con normalidad. Es posible que tenga dificultades con:

  • Movimiento. Puede ser ligeramente menos flexible.
  • Longitud de la pierna. La pierna afectada puede ser ligeramente más corta pero, por lo general, no causa problemas significativos de movilidad.
  • Talla del calzado. El pie afectado puede tener hasta 1 y 1/2 tallas de calzado menos que el pie normal.

  • Tamaño de la pantorrilla. Los músculos de la pantorrilla del lado afectado siempre pueden ser más pequeños que los del otro lado.
  • Sin embargo, si no se lo trata, el pie equino varo puede causar problemas más graves.

¿Cuándo acudir al médico?

En el momento que se detecte esta condición es importante acudir con un ortopedista experto para que descarte otros problemas o padecimientos, así como para que recomiende la mejor forma de cuidar los pies y si es necesario, el uso de calzado o plantillas especializadas.

¿Cómo se diagnostica el pie varo?

El diagnóstico del pie varo y pie plano por lo general se realiza con un examen clínico y con pruebas de seguimiento aplicadas por un especialista en ortopedia.

En el examen clínico de rutina, el médico especialista te preguntará sobre los síntomas que presentas, incluyendo cualquier dolor que sufras, tanto en el pie como en otras partes del cuerpo. Después, el especialista examinará tus pies y tu postura para poder determinar el tipo de deformidad que padeces. Por último, te preguntarán sobre tu historial médico familiar, ya que el pie varo es con frecuencia una afección hereditaria.

Es probable que el médico ordene realizar pruebas adicionales para descartar o confirmar otras posibles causas de la afección. Pueden incluir pruebas neurológicas o hacer un escáner de tu columna vertebral si existen sospechas de un posible tumor.

Los exámenes que se pueden hacer incluyen:

  • Radiografía de los pies
  • Radiografía de la columna
  • Electromiografía
  • Resonancia magnética de la columna
  • Estudios de conducción nerviosa
  • Pruebas genéticas para buscar genes hereditarios que se puedan transmitir a su hijo

Tratamientos para el pie varo

Existen diferentes tratamientos para esta condición que dependerán de la gravedad del padecimiento.

Tratamiento no quirúrgico

Las opciones no quirúrgicas incluyen ejercicios intensos de estiramiento y la colocación de yeso. Para los niños menores de 6 años, puede ser útil el calzado especial. La cirugía casi nunca es necesaria para tratar el pie varo y solo se considera si el niño tiene dolor intenso o dificultad para caminar.

Tratamiento quirúrgico

Para corregir quirúrgicamente el pie varo, se cortan los huesos del pie y se vuelven a colocar en una alineación más normal. Se coloca un yeso para proteger el pie mientras se cura. Durante un mínimo de seis semanas, el niño no puede caminar ni pararse. Después de este período de seis semanas, si la recuperación va bien, se puede colocar un yeso para caminar.

¿Qué es la dismetría?

La dismetría ósea es la discrepancia en la longitud de las extremidades, bien sea por exceso (hipermetría) o por defecto (hipometría).

La asimetría de las estructuras del cuerpo humano es común, un claro ejemplo, es cuando vas a comprar un par de zapatos al medirte el calzado de un pie te queda perfecto, pero en el pie contrario te queda grande o apretado es normal porque los hemicuerpos son diferentes en tamaño, por lo general el lado dominante (diestro o zurdo) suelen ser sus estructuras más grandes debido a que la musculatura trabaja más.

Pero existen diferencias de tamaños de estructuras que pueden generar modificaciones posturales y ser factores causales de ciertas lesiones durante la ejecución de alguna actividad de la vida diaria, tal es el caso de la dismetría de miembros inferiores.

Causas de la dismetría ósea en piernas

Un 10 % de la población tiene una extremidad más larga sin que exista una causa que lo provoque. En estos casos las diferencias de longitud son pequeñas (normalmente menores de un centímetro) y consideramos que son parte de las diferencias normales entre un lado y otro del cuerpo.

Sin embargo, en ocasiones existen enfermedades que pueden provocar un crecimiento desigual de las extremidades. Encontramos malformaciones congénitas (incurvación posteromedial de tibia, deficiencia femoral o peroneal), síndromes (hemihipertrofia, Proteus, Klippel-Trenaunay), secuelas de traumatismos (lesión de las zonas de crecimiento, antecedentes de catéteres femorales), algunas enfermedades propias de la infancia (enfermedad de Perthes, pie equinovaro) o incluso problemas musculares que pueden producir acortamientos asimétricos.

¿Cómo detectar la dismetría en niños?

Puede haber signos o síntomas que nos hagan sospechar. Por ejemplo, una alteración de la marcha, asimetría en el talle, diferencia de altura de las caderas, un glúteo más bajo que otro, molestias al caminar y más.

Para detectar el padecimiento a edad temprana hay distintos métodos:

  • Medir directamente con una cinta métrica.
  • Con el niño de pie, comprobamos si hay diferencia de altura en las caderas. Y colocamos alzas calibradas en la extremidad corta hasta nivelar la pelvis.
  • Tumbar al niño o niña hacia arriba con las caderas en flexión de 90º y las rodillas más flexionadas. La diferencia de altura entre ambas sugiere que un fémur es más corto que el otro.
  • Tumbar al niño o niña hacia abajo con las rodillas flexionadas 90º. La diferencia de altura entre los talones hace pensar una dismetría a expensas de tibia y peroné.
  • La exploración física debe ser cuidadosa. Algunas circunstancias pueden dar lugar a diferencias aparentes o pseudo-discrepancias, cuando en realidad las dos extremidades son iguales.

Síntomas de la dismetría en miembros inferiores

La principal clínica de las discrepancias de las extremidades inferiores se traduce en una alteración de la marcha, además de la repercusión estética.

En estos pacientes, se produce una marcha irregular e inestable.

La compensación de una marcha inestable se produce mediante la inclinación de la pelvis hacia el lado de la extremidad corta y desviación de la columna en sentido opuesto.

Por otra parte, generalmente se acepta que las dismetrías mayores a 2,5 cm. en la edad adulta pueden producir lumbalgia y actitud escoliótica.

¿En dónde más se presenta la dismetría?

La dismetría también se puede presentar en los brazos, manos e inclusive en otro tipo de estructuras óseas que deben ser simétricas, como las costillas, clavícula y más, aunque esto suele ser mucho menos común.

Factores de riesgo y problemas que genera la dismetría

Suele preocupar a las familias si la dismetría dará o no problemas a nivel de la columna lumbar. Pero, no hay conclusiones claras en cuanto a la posible relación entre dismetrías de miembros inferiores menores de 3 cm. y patologías como el dolor de espalda y la escoliosis.

Sin embargo, cuando son de 2,5-3 cm. pueden dar algunos problemas en la edad adulta. Por ejemplo, alteraciones de la marcha, mayor riesgo de artrosis de cadera y rodilla, mayor gasto de energía con aumento del trabajo cardiorrespiratorio y desviación compensatoria de la columna o actitud escoliótica.

¿Cuándo acudir al médico?

Es indispensable acudir de inmediato al médico si se detecta que existe un miembro considerablemente más largo que otro y que además esté generando problemas en la marcha, dolores y problemas de postura que afectan al día a día, pues entre más pronto sea atendido el padecimiento menos riesgos o padecimientos adicionales se prestan a desarrollarse.

¿Cómo se diagnostica la dismetría?

Cuando la diferencia es pequeña suele pasar desapercibida y sólo el pediatra, en la revisión normal suele detectarlo. Cuando la diferencia es mayor normalmente los padres notan asimetría en la pelvis o en el talle, o una marcha alterada. Si la dismetría está en el contexto de otras enfermedades, el pediatra deberá investigar si hay diferencia de longitud de las piernas y qué magnitud tiene.

La diferencia se pone de manifiesto en la exploración comprobando si existe inclinación pélvica utilizando un pelvistato.

Tratamientos para dismetría ósea

En la actualidad las opciones de tratamientos para la dismetría dependen del grado de diferencia entre las longitudes de los miembros inferiores.

  • Las dismetrías inferiores a 1 cm. suelen ser bien toleradas y sólo requieren controles periódicos en etapas de crecimiento.
  • Las diferencias entre 1-3 cm. son tributarias de alzas compensadoras.
  • Las dismetrías superiores a 3 cm. suelen ser tratadas con métodos quirúrgicos: Los pacientes con pronóstico de dismetría entre 3 y 7 cm. pueden ser tratados con epifisiodesis, o bien con técnicas de alargamiento, mientras que los pronosticados con dismetría superior a 7 cm. suelen ser tratados mediante alargamiento, en uno o más tiempos quirúrgicos.
  • En casos de deformidades graves, con pronóstico de dismetría severo debe considerarse la amputación, como opción válida para la rápida adaptación del paciente al material protésico.

Tipos de Prótesis de Brazo

Conoce los diferentes tipos de Prótesis de Brazo

Las prótesis de brazo están diseñadas para brindar la misma función que el miembro natural perdido, a través del uso de las mismas el usuario podrá realizar funciones básicas como ejercer presión y tacto.

Uno de los principales objetivos de utilizar este tipo de prótesis es mejorar la calidad de vida de las personas que sufrieron la amputación de brazo y de esta forma buscar que continúe realizando sus actividades cotidianas.

Cuando una persona se somete bajo este tipo de procedimientos quirúrgicos puede llegar a impactar de manera psicológica y social, limitando así su participación en actividades laborales, escolares o de entretenimiento.

Una prótesis de brazo es el tratamiento ideal para poder recuperar la confianza del paciente, sin embargo es muy importante conocer cuál es la opción ideal para cada usuario, es por ello que este tipo de prótesis deben adquirirse de forma personalizada.

Solicita tu valoración a través de miprotesisdepierna.mx o con médicos disponibles en la plataforma de agenda médica agendapro.com.

 

Tipos de Prótesis de Brazo

Los tipos de prótesis de brazo se diferencian con base los diferentes materiales y componentes de los que están hechos, así como el tipo de función que se busca cubrir, ya sea desde una necesidad estética o más en función a recuperar la movilidad del mismo.

 

Prótesis estéticas o pasivas

El principal objetivo de las prótesis estéticas es simular un brazo, para este tipo de prótesis se utilizan polímeros como PVC rígido, látex flexible o silicona. Cada uno de estos materiales suelen ser livianos al momento de utilizarse lo cual permite que el usuario se sienta cómodo al momento de utilizarlo.

Al ser una prótesis con fines meramente estéticos es muy común que su diseño sea en posición de dedos en reposo, pulgar en posición neutral y flexión de articulaciones.

 

Prótesis funcionales o activas

Este tipo de prótesis son ideales para recuperar el movimiento natural del brazo y muy comúnmente viene acompañado de rehabilitación física. Esta opción está disponible y para todos los niveles de amputación que existe.

Cuenta con dos sistemas de control que consisten en:

 

  • Trabe y destrabe de codo
  • Cierre y apertura de dispositivo terminal

Prótesis Eléctricas

A través de señales mioeléctricas se envían señales a los músculos del usuario para que esté a su vez pueda realizar movimientos naturales con su brazo protésico.

Gracias a este impulso se generan movimientos que logran la apertura y cierre de la mano. Una de las ventajas de este tipo de prótesis es que además de tener un gran rendimiento en precisión y fuerza también cumplen con una apariencia física agradable al usuario.

Solicita la agenda médica de nuestros ortopedistas para realizar la valoración del paciente y así elegir la opción más viable a sus necesidades.

 

Prótesis Mecánicas

Las prótesis de brazo mecánicas funcionan a través de cables y cintas de sujeción que se colocan sobre el cuerpo del paciente. Gracias a este sistema el paciente logrará abrir y cerrar  su brazo.

 

Prótesis Eléctricas

Este tipo de prótesis funciona a través de motores eléctricos los cuales son manipulados por interruptores. A diferencia de las demás opciones, está prótesis suele requerir de mayor inversión en comparación a las demás alternativas, sin embargo el usuario podrá obtener un mejor avance en cuanto al agarre y presión de objetos.

En la mayoría de los casos el uso de prótesis de brazo debe acompañarse de rehabilitación física para así permitir una mejor adaptabilidad y manejo de la misma.

Como tal el tipo de prótesis de brazo que debe adquirir un paciente dependerá de diferentes factores como edad, presupuesto, funcionalidad, tipo de amputación, estado de salud, entre otras características. 

Además de ser autorizado y recomendado por especialistas médicos, fisioterapeutas o médicos protésicos.

Pie Valgo: Qué es, causas, síntomas y tratamientos

¿Qué es el pie valgo?

El pie valgo es una patología congénita en la cual los talones del niño se tornan hacia afuera y las puntas de los pies hacia adentro. En esta condición el retropié es el más afectado ya que se encuentra en posición de eversión. Este puede asociarse con otras alteraciones, ocasionando el pie talo valgo, pie plano valgo y el pie equino valgo.

Es por ello que resulta indispensable prestar la debida atención al pie del niño desde temprana edad, en la mayor parte de los casos es ya en la edad adulta cuando se le presta la atención requerida debido a dolores o molestias que aparecen de repente y existe el riesgo de que estas se hayan convertido en un problema para siempre por no prevenirlas o curar las patologías que las provocan a su debido tiempo.

¿Qué causa el pie valgo?

Aunque existen algunas causas poco comunes de pie plano valgo en niños y adolescentes, y otras causas comunes en los adultos, la causa del pie plano valgo en la mayoría de los niños y adolescentes son los factores hereditarios, como la alineación del hueso y la articulación, la laxitud del ligamento (articulaciones hiperfl exibles) o rigidez en el músculo de la pantorrilla. Aunque el sobrepeso no causa necesariamente pie plano valgo, puede ayudar a que este tipo de pie sea sintomático (doloroso).

Síntomas y cómo detectar el pie valgo

Esta enfermedad afecta la salud articular siendo el detonante de condiciones como:

  • Tobillos y rodillas giradas hacia adentro, piernas con forma de X.
  • Cansancio en las piernas, dificultad para caminar distancias moderadas y largas y dificultad para estar de pie durante mucho tiempo.
  • Problemas con el menisco externo de la rodilla.
  • Desgaste en los ligamentos y meniscos internos de la rodilla.
  • Aumento en la posibilidad de padecer de lumbalgias.
  • Tobillos, rodillas y caderas desalineados debido a los problemas que tiene el pie para amortiguar el peso y el impacto de forma adecuada.
  • Molestias en la espalda debido a las cargas presentes en otras articulaciones y a la falta de alineación.

Problemas que ocasiona esta patología

El pie tipo valgo puede ocasionar aparte de la eversión del talón, alteraciones musculares y cambios en el tono muscular. Así mismo, al ser observados desde la parte posterior, puede detallarse una leve curvatura, que se incrementa a la altura tobillo, y que se desvía de su eje natural.

¿A quienes afecta esta condición?

Puede afectar a niños y bebés que durante el embarazo tenían posiciones inadecuadas, también a aquellos que nacieron en posición podálica, y en situaciones en las que el útero se encontraba muy reducido.

Ahora bien, esas son causas que se analizan durante la infancia, pero en los adultos puede ser causado por alteraciones en músculos y ligamentos, que al estar afectados no cumplen su función de sostener el pie en su posición fisiológica.

Factores de riesgo

Este padecimientos, si no se trata puede generar con el paso del tiempo deformidades tales como juanetes o dedos en forma de garra porque ejerce una carga descompensada en el pie, también ocasiona una pérdida de amortiguación al caminar, es frecuente además de lo anteriormente mencionado, que sufran asiduamente fatiga al caminar y correr con la sensación de pies “siempre cansados”, si el niño practica también algún deporte, es frecuente que padezcan dolores tales como molestias en los talones, las rodillas y las espinillas.

¿Cuándo acudir al médico?

Es importante tratar la deformidad de pie plano valgo ya que es una de las causas más frecuente de lesiones y sobrecargas, además que puede derivar en otras patologías como la fascitis plantar o el hallux valgus (juanetes). Además, en las formas más severas, puede condicionar tanto la forma de la extremidad que provoque problemas de los tobillos o incluso en las rodillas.

¿Cómo se diagnostica el pie valgo?

Cuando nuestro talón presenta una desviación lateral hacia la parte interna del pie, es probable que suframos el llamado pie valgo, una afección del pie que puede ir asociada al pie plano, y que constituye una de las principales causas de lesiones y sobrecargas en otras partes del cuerpo.

El pie valgo se caracteriza por meter el pie hacia dentro cuando caminamos, a diferencia del llamado pie varo que tiende a apoyar la zona lateral externa del pie. El pie valgo es uno de los mayores riesgos de desestructuración de otros mecanismos del cuerpo, y que pueden provocar la aparición de otras afecciones como la fascitis plantar, juanetes o artrosis de rodilla.

También es habitual que el pie valgo genere otras patologías como dolor en los talones de los pies, metatarsalgia, dedos en garra, uña encarnada, etc. que se ven potenciadas por el uso de un calzado inapropiado.

¿Cuándo aparece el pie valgo? Existen casos de pie valgo infantil, una patología que se presenta de manera fisiológica en niños de entre 4 y 6 años. En estos casos, sus talones sufren una desviación, el arco plantar es casi plano y la morfología de su pisada no es la correcta, provocando cierta torpeza e inestabilidad a la hora de caminar o correr.

Tratamientos para el pie valgo

El tratamiento consiste en las manipulaciones de estiramiento periódicas hasta que el pie adquiera la forma normal. En los casos más rígidos, el cirujano ortopédico pediátrico puede aconsejar un tratamiento con férulas correctoras.

Ante la presencia de un de este padecimiento, uno de los tratamientos que resulta más efectivo es el uso de plantillas terapéuticas, hechas a la medida de cada persona y adaptadas a su estilo de vida y a las características de sus pies. De hecho, se ha demostrado que el uso de plantillas personalizadas resuelve hasta el 90% de los casos.

¿Se puede prevenir?

El pie valgo se puede diagnosticar de un modo precoz desde los 3 años de edad y podrá solucionarse por completo con la utilización y seguimiento de un tratamiento adecuado pautado por su podólogo.

Supinación: ¿Qué es?

¿Qué es la supinación al caminar?

La acción de caminar es tan rutinaria para la gran mayoría de las personas y tan automática e inconsciente en muchos sentidos, que pocos nos fijamos en el proceso que, pareciera simple pero de hecho es mucho más complejo de lo que creemos.

Al caminar o correr, nuestros pies y piernas se coordinan a la perfección para poder brindarnos equilibrio, dirección, velocidad y la fuerza necesaria para lograr desplazarnos hacia donde es nuestra voluntad o para generar todo tipo de movimientos o actividades de nuestro día a día.

Uno de estos movimientos es el de supinación, hace referencia a la rotación externa del pie al entrar en contacto con el suelo. Mientras que por el otro lado tenemos a la pronación que puede definirse como el ángulo que se forma entre la tibia y el pie del corredor. “Pronación” es también un término que describe el movimiento del pie cuando entra en contacto con el suelo y rota hacia dentro.

¿Qué es la supinación y la pronación del pie?

La pronación y la supinación no son atributos negativos como tal, y no hay ningún motivo para pensar que se tienen que corregir de forma sistemática. Estos movimientos de rotación son naturales y se deben a la flexibilidad del tobillo. Además, son necesarios para proporcionar la fluidez de pisada necesaria en el momento en que el pie entra en contacto con el suelo.

¿Qué es el pie supinador?

El pie supinador se considera a aquel en que la rotación externa del pie es más pronunciada mientras camina o corre. Dicho de otro modo, apoya el pie con la parte exterior de la garra, continúa apilando con esa zona y empuja con los últimos tres dedos.

Esta postura no tan frecuente (pues menos del 10% de la población tiene supinación al caminar) puede provocar lesiones de todo tipo dependiendo de la actividad física de la persona.

Problemas con los tendones, músculos, tendones, esguinces, o fracturas presentan un cuadro poco atractivo, ¿no crees? Si te encuentras en este grupo después del primer análisis, es recomendable desarrollar soluciones a corto, mediano y largo plazo. Y, por supuesto, todo bajo la supervisión de un especialista.

Durante las pisadas supinadoras, la mayor parte del peso del cuerpo se concentra en la parte exterior del pie. Este no es un estado deseable en el que estar cuando hacemos ejercicio o hacemos nuestra vida diaria. Esta condición generalmente es causada por empeines altos, problemas neuromusculares o falta de músculo en la parte inferior de la pierna, lo que resulta en problemas graves en los pies.

Síntomas y características de la supinación al caminar

Debido a la distensión de los ligamentos del lado del tobillo, así como a la tensión de los músculos que realizan la supinación, el pie supinador es un tipo de pisada que puede ocasionar dolor en la región, inestabilidades articulares, tensión muscular, acortamiento, cadas, e incluso molestias con determinados tipos de calzado.

¿Qué provoca la supinación

La supinación al caminar, al igual que la pronación, es causado debido a malas posturas, movimientos y posiciones repetitivas, deformidades congénitas, distensión de los ligamentos del tobillo, carreras frecuentes y debilidad musculoesquelética en la región de las piernas.

En consecuencia, es un tipo de pisada que se puede evitar y reducir realizando ejercicios adecuados y llevando una pantorrilla que mantenga el pie en una posición neutra.

Factores de riesgo

Además de los huesos del tarso, metatarso y falanges que tienden a afectar el pie del supinador, los tejidos blandos como ligamentos, músculos y tendones tienden a perder función cuando las fibras se distienden o permanecen tensas. Como resultado de estos factores, se pierde la estabilidad y se produce una lesión recurrente

¿Cómo se detecta el pie supinador?

Para detectar la supinación del pie, no sólo se requiere de un estudio estático de la pisada, pues también es necesario realizar un estudio biomecánico en el que se examina el método de pisada mientras se corre o se corre utilizando complejos sistemas de grabación y programas informáticos. Luego de realizado un diagnóstico, es posible que un profesional recomiende algún tipo de plantilla para no dañar la articulación.

Pie supinador: la pisada menos común

Es la pisada menos común, con solo el 10% de la población en supinación. Durante una pisada de supinador, la mayor parte del peso del cuerpo se concentra en la parte externa del pie, lo que puede resultar en empeines altos, disfunciones neuromusculares o falta de musculatura en la extremidad inferior. La supinación excesiva reduce la capacidad natural del pie para absorber el impacto.

Aunque se puede obtener una primera impresión al observar la pisada, se debe buscar un diagnóstico de un profesional médico, ya que la pisada es mucho más complicada de lo que parece. En un movimiento de marcha normal, se puede lograr una flexión plantar, una inversión o eversión y una pronación o supinación.

Para empezar, una supinadora pisada no tiene por qué ser considerada un problema; sin embargo, es necesario examinar el resto de la estructura de la extremidad inferior, incluyendo la cadera, la rodilla, el tobillo y la musculatura, así como comprender el deporte que se practica y escuchar al paciente si es un síntoma doloroso. Por ejemplo, el 90% de los corredores prefieren ponerse en decúbito supino de forma natural apoyando el pie contra el suelo, mientras que al caminar están acostumbrados a la pronación.

La supinación puede causar lesiones leves a severas en tendones, músculos, torceduras, esguinces y fracturas, dependiendo de la gravedad de la lesión. La supinación reduce la estabilidad del pie y provoca una tensión excesiva en la cadena externa del muslo, lo que aumenta el riesgo de problemas en la rodilla o musculoesqueléticos.

Se puede corregir el pie supinador?

El pie supinador y sus afectaciones pueden ser reducidos mediante la aplicación de ejercicios orientados a fortalecer los tejidos distendidos, disminuir la tensión muscular, estiramientos para tratar el acortamiento de los músculos, uso de calzado adecuado, así como plantillas y actividades.

Como resultado, es fundamental que cuando ocurran estos cambios, el individuo consulte con un fisioterapeuta que pueda brindarle información y consejos sobre cómo evitar futuras lesiones.

¿Cómo detectar que tipo de pisada tengo?

Como se dijo anteriormente, determinar el tipo de pisada no es un proceso difícil, pero recomendamos encarecidamente que se haga bajo la supervisión de un experto. Los podólogos o fisioterapeutas podrán identificar la pisada no solo tras un diagnóstico preliminar, sino también tras someterla a pruebas específicas para determinar su verdadero estado.

Puedes saber qué tipo de pisada tienes realizando las siguientes observaciones:

  • Paso 1: ¿Cómo se quita la suela del zapato? Tendrás una pisada pronadora si desgasificas la suela hacia el interior mientras realizas la pisada. Si, por el contrario, tiende a apartarse de ti, eres un supinador.
  • Paso 2: ¿Cómo apoyas tus pies? Analice la posición de su pie en relación con un objeto. ¿Eres consciente de que tus pies se inclinan hacia adentro o hacia afuera? En pocas palabras, no están inclinados.
  • Paso 3: ¿Cuál es la huella que dejas? Si vas a la playa, prueba a caminar por la orilla y analiza tu tono de piel. ¿Qué zona produce la mayor presión?
  • Paso 4: ¿Y después de una hora de ejercicio? Es interesante ver si la posición de nuestros pies mejora o empeora después de una vigorosa sesión de entrenamiento. No hay razón para que sea el maratón de Nueva York. Si el pie le cuelga después de una larga caminata, debe consultar a su cabecero lo antes posible.
   
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