Para un paciente que ha sufrido la amputación de uno de sus miembros, como manos, pies, brazos o piernas, la recuperación y rehabilitación puede ser un proceso complicado. Esto no sólo por el dolor, malestar y la incapacidad para realizar actividades como normalmente lo hacía, sino también por el impacto psicológico y en la autoestima que esto puede representar.
Es por ello que durante este proceso y de forma continua por el resto de su vida, el paciente amputado debe contar con un apoyo integral para poder sobrellevar el impacto psicológico y físico que esto puede ocasionar. Este este último punto, los ejercicios post amputación son ampliamente indispensables.
Estos son una serie de rutinas controladas de fuerza, elasticidad, carga y equilibrio que son necesarias para la sanación del muñón, mejor de la circulación y sobre todo, para que el paciente aprenda como utilizar su cuerpo lo más normal y funcional posible a pesar de no contar con una o más de sus extremidades.
Estos ejercicios post amputación deben ser supervisados siempre por un fisioterapeuta profesional que acompañará en todo momento al paciente para ir avanzando progresivamente hasta sus límites corporales, alcanzando objetivos y metas delimitadas y evitando lesiones u otros riesgos al momento de practicarlos.
Más del 90% de las personas que cumplen con la práctica de estos ejercicios muestran amplias y considerables mejoras, recuperando parcialmente muchas de las capacidades perdidas por la amputación.
¿Qué es una amputación
Antes de hablar sobre los ejercicios post amputación, debemos hablar sobre qué son las amputaciones como tal. Estas se tratan de la extirpación de la totalidad o secciones de uno o dos miembros inferiores del cuerpo humano, lo cual puede ser a causa de una intervención médica controlada pero también debido a accidentes o traumatismos que desprendan la extremidad. Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos exclusivamente en la amputación médica controlada y los aspectos que tienen que ver con este procedimiento médico.
La amputación de una pierna por intervención quirúrgica es una intervención que se realiza como último recurso cuando los médicos ya han tratado de salvar el miembro pero que por razones de complicaciones o padecimientos graves, es imposible conservar y debe ser removido para salvar la vida de la persona.
Por lo general, las principales causas de la amputación de pierna se deben a:
- Pie diabético y úlceras
- Reducción de la circulación por enfermedades vasculares
- Tumores cancerígenos
- Infecciones por heridas y gangrena
- Traumatismo severos
- Congelamiento de las extremidades
- Quemaduras graves
- Ateroesclerosis
- Heridas graves que no sanan
- Pérdida de función de la extremidad
- Pérdida de sensación
Muchas veces, sobre todo en casos de accidentes y traumatismos severos, la amputación debe ser realizada de emergencia para salvar la vida del paciente, sin embargo en casos más controlados los médicos siempre tratarán de buscar todas las alternativas médicas posibles para salvar el miembro y la calidad de vida del paciente.
Sin embargo, en caso de que todas las opciones se agoten y su salud esté en riesgo, el médico deberá notificarle que el miembro debe ser removido para que se prepare para la cirugía y todo el proceso de recuperación que le espera.
Sin duda al recibir este aviso pasarán por su mente una gran serie de preguntas, conflictos y miedos, por lo que aquí trataremos de resolver las principales dudas sobre este procedimiento y todo lo que implica.
Proceso de rehabilitación
El proceso de rehabilitación y fisioterapia para aprender a usar una prótesis de pierna es indispensable para la seguridad, salud y bienestar general del paciente, ya que solo así aprenderá nuevamente a caminar y se evitarán complicaciones o lesiones en el miembro residual y todo el cuerpo.
Para esto, los fisioterapeutas usan diversas técnicas para que las personas aprendan a usar la prótesis, como ejercicios, fortalecimiento de la extremidad, control del equilibrio y coordinación motriz.
También los médicos encargados de la rehabilitación tienen la misión de enseñar a los pacientes cómo colocar y retirar la prótesis de pierna, su limpieza y mantenimiento, cuidados del muñón y aplicación de masajes y vendaje.
Solo de esta manera se puede garantizar que las personas recuperen su movilidad y calidad de vida de una forma casi total.
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Mejores ejercicios post amputación de un miembro
Para el caso de la rehabilitación para uso de prótesis de pierna, los ejercicios más comunes suelen ser:
- Entre las paralelas. Apoyo alternado en cada extremidad. Ir reduciendo la ayuda de las manos hasta anularlas.
- Entre las paralelas. Flexiones de tronco hacia adelante y extensiones lentas del mismo.
- Sentarse y levantarse de una silla.
- Elevar la pelvis de uno y otro lado, despegando el pie correspondiente del suelo.
- De pie. Flexionar alternativamente la prótesis y el lado sano por la cadera y rodilla.
- De pie, brazos a los lados. Flexoextensión de cuello al máximo mientras el resto del cuerpo permanece en descanso.
- De pie. Pies separados 5 cm, inclinarse hacia delante sobre el eje de los tobillos.
- De pie, pie sano adelantado, peso descargado sobre prótesis atrasada. Hacer que la prótesis se flexione suavemente por la rodilla y se adelante con el mínimo esfuerzo del muñón.
- De pie. Prótesis adelantada, peso descargado sobre la extremidad indemne. Transferir el peso sobre la prótesis y adelantar el pie sano (si es necesario, podrá asistirse con las manos sobre las paralelas).
- De pie. Apoyo total sobre la prótesis. Elevar la pelvis indemne.
- Andar de lado con pequeños pasos flexionando ligeramente la prótesis.
- De pie, pies separados 5 cm. Peso sobre el lado indemne. Elevar la prótesis flexionando la cadera: hacer lo mismo con la pierna sana, mientras el peso corporal se descarga sobre la prótesis.
- Marcha de espaldas. Cuando el pie protésico se coloca detrás de la rodilla ésta queda bien bloqueada, pero cuando el pie retrasado es el sano, la rodilla protésica puede claudicar.
- Agacharse y elevarse (sobre la extremidad indemne).
- Aprender a tirarse sobre la colchoneta, de frente, de lado y de espaldas.
- De pie. Oscilar hacia los lados hasta perder el equilibrio, apoyándose sobre la prótesis…, girar entonces el cuerpo 90º y adelantar el pie sano (el giro se hace sobre la prótesis).
- De pie. Separación de los pies dos pulgadas. Elevar el pie protésico y cruzarlo por delante de la pierna sana. Hacer lo mismo con la extremidad indemne por delante de la prótesis.
- Seguir una línea sobre el suelo.
- Pasar obstáculos sobre el suelo (tirando con rapidez de la prótesis hacia atrás inmediatamente antes de flexionar la cadera, se obtiene una flexión más intensa que sirve para salvar los obstáculos).
- Andar sobre un plano inclinado (de lado, con la prótesis sobre la parte baja del plano).
¿Por qué son importantes los ejercicios post amputación
Los objetivos de esta etapa consiste en conseguir una independencia funcional respecto a los autocuidados y la movilidad sin una prótesis, así como preparar al paciente y a su miembro residual para el uso de la prótesis.
¿A partir de cuándo podré usar una prótesis de pierna
Para que una persona sea candidata al uso de una prótesis de pierna, prótesis transfemoral, de pie o cualquier otro tipo y lugar el cuerpo, es necesario que cumpla con una serie de condiciones físicas y que siga las indicaciones de los médicos para los cuidados postoperatorios de la amputación y el muñón.
El uso de la prótesis y el inicio de la terapia de rehabilitación física podrá ser aproximadamente después de 4 meses de la amputación y una vez que se ha conseguido que sane la herida y el muñón esté en condiciones para la adaptación del socket de la prótesis.
Sin embargo, si la amputación fue debido a una enfermedad crónica o se desarrollaron complicaciones durante el proceso, puede que la persona esté lista en un plazo de 6 8 meses, además de que deberá cumplir con requisitos como:
- Alta médica después de la cirugía y curación.
- Cicatrización completamente cerrada y sin presentar suturas.
- Usar el vendaje o las medias de presión diariamente.
- El muñón no debe presentar hinchazón, dolor o signos de infecciones.
- Se debe conseguir una forma semicónica del muñón.
- Receta médica sobre el tipo de prótesis que requiere el paciente.
Una vez que se han cumplido con estos requisitos, es momento de emprender el proceso de rehabilitación y fisioterapia.