El cuerpo humano es una de las estructuras más complejas y perfectas que conocemos, la cual nos permite vivir y realizar una enorme cantidad de actividades, sin mencionar que es el medio en el que viven nuestras ideas y conciencia. No obstante, también es sumamente frágil, siendo constantemente afectado por padecimientos, enfermedades o accidentes que pueden afectar un sistema o estructura.
Estas afectaciones pueden generar desde simples lesiones que sanan con el tiempo hasta condiciones más graves, como la pérdida de una extremidad o de ciertas funciones que no sólo limitan nuestra capacidad para realizar nuestras actividades, sino que terminan por amenazar como tal nuestra salud y nuestra vida.
Para enfrentar este tipo de situaciones, desde la antigüedad la rama médica ha desarrollado todo tipo de sistemas para ayudar a los pacientes que han perdido una parte de su cuerpo, como lo es el caso de las famosas prótesis, las cuales suplantan de forma artificial en funciones y estética a extremidades como las piernas, brazos, manos y dedos.
Hoy en día como sabemos, existen prótesis para casi cualquier parte del cuerpo, como lo son: prótesis dentales, prótesis de senos, prótesis genitales, prótesis para piernas e inclusive prótesis que son colocadas dentro del cuerpo para sustituir alguna parte del esqueleto u órgano atrofiado.
Este es el caso de la endoprótesis, dispositivos que son instalados dentro del cuerpo humano y cuya estructura tiene la función en la mayoría de los casos de mantener una sección abierta, como lo puede ser un vaso sanguíneo o una arteria.
¿Qué es una endoprótesis y para qué funciona?
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Una endoprótesis de tipo stent se trata de un minúsculo tubo o malla metálica, generalmente fabricada de materiales resistentes y moldeables, como el acero inoxidable.
Esta endoprótesis está diseñada para actuar como una estructura que tiene el objetivo de mantener abierto y permeable las arterias, venas, vía biliar o vía ureteral que se han obstruido. En general, cualquier tipo de conducto natural del cuerpo humano por el cual corren fluidos de todo tipo y que por alguna enfermedad o condición se encuentran bloqueados o colapsados, amenazando las funciones de los sistemas y la vida del paciente.
Una endoprótesis también sirve para reforzar las paredes de un vaso alterado, como por ejemplo las endoprótesis aórticas, ya que en un caso de un aneurisma (aorta dilatada) una endoprótesis permite reforzar y sostener la frágil pared aórtica y minimizar el riesgo de una ruptura, pues este dispositivo logra de forma eficiente disminuir la presión sanguínea sobre el aneurisma en la arteria aorta (la más importante del cuerpo humano).
Cada endoprótesis se elabora de forma personalizada dependiendo del lugar y sistema donde se tenga que colocar para ayudar al paciente, por lo que debe adaptarse a los tamaños y necesidades según cada caso.
Es por ello que son dispositivos bastante precisos, los cuales deben ser diseñados y fabricados de forma minuciosa, cuidando detalles microscópicos para garantizar que estos cumplan con la función y resistencia requerida.
¿Cómo se coloca una endoprótesis?
Antes que nada, un médico especialista deberá revisar el caso clínico del paciente para confirmar que efectivamente una endoprótesis es la mejor opción para el tratamiento de su condición, pues estas no siempre son la mejor alternativa en casos leves.
Una vez que se ha determinado que la endoprótesis es la mejor alternativa de tratamiento, se deberá realizar una exploración dentro de las arterias o sistemas en los que se implantará el dispositivo, de tal forma que se pueda conocer cuál es la sección exacta en donde se colocará y sus medidas.
Posteriormente la endoprótesis es diseñada y fabricada de acuerdo a las necesidades del paciente.
El procedimiento quirúrgico para la implantación de una endoprótesis puede ser desde sencillo hasta una operación mayor (dependiendo de en dónde se vaya a colocar el dispositivo) y se realiza bajo anestesia general o local.
Para colocar una endoprótesis se introduce una sonda especializada y flexible (catéter) con un diminuto globo inflable en la punta, la cual tiene la función de crear el espacio necesario para realizar el inserto.
Al viajar esta sonda en una arteria de la ingle o el brazo, el médico la deberá dirigir al vaso alterado. Para ello se ayudará mediante guía con rayos X para ver en dónde se encuentra la sonda y la ruta que debe tomar.
Una vez que la sonda ha llegado a la sección estrechada u obstruida (o bien dilatada en caso de un aneurisma), se infla el globo de la sonda para dilatar momentáneamente la arteria y restablecer el flujo sanguíneo obstruido.
Posteriormente se coloca la endoprótesis en el lugar necesario. Posteriormente a la fijación de este dispositivo, se desinfla y se retira el globo y la sonda. El stent se mantiene en la arteria para mantener el flujo abierto y ayudar al correcto funcionamiento del sistema del paciente.
Por lo general la operación de endoprótesis se trata de un procedimiento mínimamente invasivo y que en promedio dura unas 2 horas (dependiendo de la complejidad).
El procedimiento de injerto de endoprótesis lo realiza un médico radiólogo intervencionista asistido por el personal de enfermería, pues se requiere de un equipo que ayude a monitorear el avance del catéter, así como de los signos vitales y la anestesia.
Cuidados tras la cirugía de endoprótesis
La recuperación de una cirugía de endoprótesis es prácticamente inmediata, sin embargo esto dependerá mucho del tipo de endoprótesis y la complejidad del padecimiento que sufre el paciente, así como de su edad y estado de salud en general.
Generalmente el paciente es dado de alta de 2 a 3 días después de la operación. Es posible que lleguen a sentir molestia o dolor, para lo que el médico deberá recetar medicamentos especializados. También es probable que se sugiera no hacer esfuerzo físico y mantener una dieta equilibrada.
¿Quiénes necesitan una endoprótesis?
Las endoprótesis pueden ser requeridas para tratar diversos padecimientos. La más común es el stent, la cual es necesaria para pacientes con problemas cardíacos/circulatorios que han sufrido de una obstrucción en las arterias y que necesitan de un dispositivo que garantice el libre paso de la sangre.
No obstante también las endoprótesis pueden ser requeridas con personas con problemas en las vías urinarias u otros ductos colapsados u obstruidos del cuerpo humano.
¿Cuánto cuesta una endoprótesis?
Por lo precisos que deben ser estos dispositivos, así como por los estudios y materiales que se requieren, tan sólo la endoprótesis puede tener un valor de entre 5 mil a 7 mil dólares americanos, sin contar el costo adicional de la cirugía y otro tipo de materiales que se requieran, por lo que es un procedimiento considerablemente costoso.
