Especialistas en prótesis de pierna

En México, hemos ayudado a más de 100,000 personas a volver a caminar.

Mi protesis de pierna Mi protesis de pierna
  • Costos accesibles
  • Plan de pagos
  • Valoración gratuita
  • Fisioterapia incluida
Atención inmediata aquí


    Más de 30 años de experiencia

    Brands
    Brands
    +100,000
    Personas atendidas
    Más de 30 años
    de experiencia
    Valoración
    4.9/5
    Basado en +7,500 reseñas de pacientes felices
    Con el respaldo de Ortoshalom
    Ortoshalom

    Rodilla mecánica: tipos, funcionamiento y ventajas

    Rodilla mecánica

    La rodilla mecánica es uno de los componentes más utilizados en prótesis de pierna, especialmente en personas con amputación transfemoral. Su diseño combina estabilidad, control y facilidad de uso, lo que permite recuperar funciones básicas como caminar, subir rampas o mantenerse de pie con seguridad. A continuación encontrarás una guía completa y actualizada sobre cómo funcionan, cuáles existen y por qué siguen siendo una opción confiable en el campo protésico.

    ¿Cómo funciona una rodilla mecánica?

    Una rodilla mecánica funciona mediante un sistema de ejes, frenos y resistencias que controlan el movimiento de flexión y extensión de la articulación protésica. Su objetivo principal es ofrecer estabilidad durante el apoyo (cuando el usuario tiene el peso sobre la prótesis) y permitir una flexión controlada en la fase de balanceo (cuando la pierna avanza).

    Los principios básicos que definen su funcionamiento son:

    • Eje único o policéntrico: determina cómo se mueve la rodilla respecto al resto de la prótesis.
    • Mecanismos de seguridad: frenado por peso, bloqueo manual o sistemas que impiden el colapso accidental.
    • Control de la zancada: mediante fricción mecánica ajustable que regula la velocidad de balanceo.
    • Estabilidad en superficies irregulares: muchos modelos incluyen resistencias reajustables para adaptar el paso.

    Su ventaja clave es que no dependen de baterías ni sistemas electrónicos, por lo que ofrecen confiabilidad, durabilidad y bajo mantenimiento.

    Tipos de rodilla mecánica

    Las rodillas mecánicas se clasifican según su diseño, sistema de movimiento y grado de seguridad:

    1. Rodillas de eje único

    Usan un solo punto de rotación. Son livianas y simples, ideales para usuarios con buena estabilidad muscular y un nivel de actividad básico a moderado.

    2. Rodillas policéntricas

    Tienen varios ejes que generan un movimiento más natural y estable. Ofrecen buena seguridad al sentarse, al iniciar la marcha y al subir superficies inclinadas.

    3. Rodillas con freno por peso

    Se bloquean automáticamente cuando el usuario carga peso sobre la prótesis, evitando que la rodilla se doble accidentalmente.

    4. Rodillas con bloqueo manual

    Incluyen una palanca que permite bloquear la rodilla para caminar en terrenos difíciles o brindar mayor estabilidad.

    5. Rodillas con control de fricción

    Cuentan con ajustes para regular la resistencia al movimiento, brindando una pisada más fluida y personalizada.

    Rodilla mecánica graduada: ¿cómo funciona?

    Se utiliza para describir los mecanismos internos que controlan la velocidad de la rodilla, permitiendo al usuario caminar a diferentes cadencias.

    • Sistemas de Fricción (Rodilla Friccional): Utilizan placas o casquillos que rozan entre sí para crear resistencia. Es un sistema simple y económico, pero la fricción es constante, lo que dificulta la adaptación a distintas velocidades de marcha.
    • Sistemas Neumáticos (Aire): Utilizan aire comprimido dentro de un cilindro. La resistencia es proporcional a la velocidad del movimiento, permitiendo una marcha más fluida en diferentes velocidades.
    • Sistemas Hidráulicos (Fluido): Utilizan aceite hidráulico para ofrecer la resistencia más sofisticada. Son los más pesados, pero también los más adaptables, pues la resistencia puede ajustarse automáticamente o por programación, lo que es ideal para actividades como bajar escaleras o pendientes de forma segura.

     Rodilla mecánica para prótesis

    El máximo nivel de la tecnología protésica es la rodilla controlada por microprocesador (MPK). Este tipo de rodilla es un ejemplo de la “rodilla mecánica graduada” más avanzada.

    Utiliza sensores (como giroscopios y acelerómetros) que miden la posición de la rodilla y la carga en tiempo real, cientos de veces por segundo. Un microprocesador interpreta estos datos y ajusta instantáneamente la resistencia del cilindro hidráulico. Esto se traduce en:

    • Seguridad Inigualable: La rodilla se “bloquea” activamente bajo carga no esperada, previniendo caídas.
    • Marcha Adaptable: Permite al usuario alternar los pasos al bajar escaleras o caminar por terrenos irregulares.
    • Menor Esfuerzo: Reduce significativamente la energía que el usuario necesita para caminar.

     Ventajas de una prótesis de rodilla mecánica

    Elegir una rodilla mecánica en una prótesis ofrece múltiples beneficios, especialmente para usuarios que buscan seguridad y durabilidad:

    • Alta estabilidad durante la marcha y el apoyo.
    • Menor mantenimiento comparado con sistemas electrónicos.
    • Mayor durabilidad en ambientes exigentes.
    • Costo más accesible que otras tecnologías.
    • Funcionamiento confiable, aun en condiciones de humedad, polvo o temperatura extrema.
    • Opciones ajustables según la actividad física del paciente.
    • Movimiento natural con modelos policéntricos o graduados.
    • Livianas, lo que facilita la adaptación inicial.

    Cuidados y mantenimiento de una rodilla mecánica

    El mantenimiento adecuado de una rodilla mecánica es esencial para garantizar su durabilidad, seguridad y desempeño. Aunque estos sistemas no requieren baterías ni calibraciones electrónicas, sí necesitan revisiones periódicas para conservar su funcionamiento óptimo.

    Los cuidados principales incluyen:

    • Limpieza regular: se recomienda mantener la articulación libre de polvo, humedad y residuos que puedan afectar los mecanismos internos.
    • Revisión del sistema de fricción: el técnico protésico ajusta la resistencia y lubricación cuando es necesario para evitar ruidos o movimientos bruscos.
    • Inspección del freno por peso o bloqueo: estos componentes deben evaluarse para asegurar que actúen correctamente al cargar peso.
    • Ajuste de tornillos y uniones: con el uso diario, algunos elementos pueden aflojarse ligeramente; por eso es importante una supervisión profesional periódica.
    • Evitar golpes directos: aunque son resistentes, los impactos fuertes pueden alterar la alineación de la prótesis.
    • Visitas de seguimiento: lo ideal es acudir a revisión cada 3 a 6 meses, especialmente durante el proceso de adaptación.

    Un mantenimiento adecuado asegura una marcha más estable, evita fallas mecánicas inesperadas y mejora la vida útil de toda la prótesis.

    Erik Lemus

    Erik Lemus

    Lic. en Fisioterapia y Rehabilitación Física

    Director de Ortoshalom y fundador de Mi Prótesis; egresado de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC), cédula profesional 11267809. Certificado por Ottobock (Alemania); 30+ años de experiencia en protésica de miembro inferior, alineación y rehabilitación funcional.

    Redes sociales: